Fútbol Global

El Athletic Club es una entidad muy especial por muchas razones. Principalmente, destaca por ser uno de los tres clubes, junto a FC Barcelona y Real Madrid, que mantiene el honor de haber militado siempre en la máxima categoría del fútbol español. A esta particularidad hay que sumarle la manera diferente y única que tiene de hacer las cosas: los jugadores deben ser del País Vasco o tener vínculos familiares con la zona para vestir la elástica rojiblanca.

Esta filosofía singular, que supone un motivo de orgullo para sus aficionados, obliga al club a potenciar el fútbol base, teniendo en Lezama uno de los principales focos de desarrollo y crecimiento para la entidad. Su presidente Aitor Elizegi, referencia de la gastronomía vasca, escoge las principales fortalezas de este sector para hacer del Athletic Club un equipo competitivo que potencia la cantera y el producto local, para mirar posteriormente al exterior haciendo que su mensaje llegue al resto del mundo. 

Las virtudes de la gastronomía vasca como referencia para el club

La pasión de Elizegi por la gastronomía le ha llevado a ser una persona prestigiosa y ampliamente reconocida por la comunidad vasca en este sector. Ahora, como presidente del Athletic Club, persigue la idea de aplicar en la organización sus conocimientos y los numerosos éxitos gastronómicos que ha conseguido a lo largo de su trayectoria profesional.

“Utilizamos la referencia de la gastronomía vasca como uno de los pivotes donde encontrar los valores que inculca este sector: el respeto a los veteranos, a la tradición, al producto local, a los productores y a nuestros compañeros de profesión, porque los chefs procesamos entre nosotros un respeto a la cualificación de los compañeros. Tenemos referencias gastronómicas que siempre nos ayudan”, comienza explicando Elizegi.

“Suelo transmitir en el club la idea de seguir a los chefs, a las referencias mediáticas y a los escritores que tienen noción y conocimiento real de esta profesión”, comenta. “Seguir a nuestras referencias, a la gente que escribe bien de gastronomía y a la gente que cocina bien, sinceramente creo que es recomendable y aplicable al mundo del fútbol y al deporte de élite”.

En este contexto gastronómico y en el marco de la sostenibilidad, el presidente hace un llamamiento al resto de clubes destacando la importancia de “recorrer entre todos el camino del respeto al entorno”, como ya lo están haciendo la gastronomía y la nutrición. “Los objetivos de desarrollo sostenible son para nosotros kilómetro cero, el futuro. Creo que, salvando las distancias, ese camino en el mundo del fútbol es futuro y debemos poco a poco explorarlo entre todos los clubes que nos dedicamos a este sector”.

Lezama: 50 años de una cantera única

Las instalaciones de Lezama, que son corazón y alma de la singular filosofía del Athletic Club, han cumplido recientemente 50 años. Este centro de formación integral y alto rendimiento supuso una auténtica revolución en 1971. Esta iniciativa pionera en el fútbol español y referente en Europa y en el resto, despertó un enorme interés por reunir en unas mismas instalaciones deportivas a todos los equipos del club. Ahí, el Athletic Club empezó a construir su futuro.

Los objetivos, hoy en día, siguen siendo “apostar por el talento, la formación local y porque un niño, que sueña con vestir unos colores, pueda conseguir ser profesional”. Sabedores de que “es un camino difícil”, reconocen que también “ha sido nuestra fortaleza en las últimas décadas”.

“Esta manera de hacer las cosas nos está permitiendo competir y mantenernos en una de las ligas más difíciles del planeta, donde tenemos rivales importantísimos. En los últimos 15 años hemos disputado varias finales. Creo que demostramos, no con la periodicidad que quisiéramos porque nos gustaría ganar más, que nuestro modelo, cada cierto tiempo, es válido para competir”.

En un partido reciente de LaLiga Santander que enfrentó al Athletic Club con el Cádiz CF, los bilbaínos llegaron a contar en ese encuentro con 14 de los 16 jugadores de campo formados en la escuela de Lezama. Un dato que refleja el orgullo de este modelo. “Sabemos también que esto es una limitación, pero desde luego es nuestra fortaleza porque a la hora de competir nos permite hacer ese grupo, y ese es el mensaje que lanzamos a todos los colectivos. Agrupar la suma de individualidades puede ser un camino mucho más importante que un rival con mucho talento”.

Reforzando los planes de cantera y aumentando el radio de acción, se ha firmado un contrato a 10 años en el territorio de Guipúzcoa, concretamente con el Antiguoko, para eliminar la carencia de acuerdos deportivos en esta región. Además, confirma Elizegi, se ha intensificado el plantel de ojeadores tanto en Navarra como en Álava. “Nuestra fortaleza está en implementar en nuestro territorio ese esfuerzo, podríamos contar quizá cómo lo hacemos, pero no exportarlo”, añade.

Contar al resto del mundo este relato único

Lejos del País Vasco y de España, el club vizcaíno se mueve en labores sociales con colaboraciones en Asia, Sudamérica y África, que son realizadas a través de la Fundación. “Si pensamos que el modelo de responsabilidad social con el entorno, el de protección del menor y el de compromiso con la nutrición integral, pueden ser una herramienta para compartir. Lo queremos compartir allí donde vayamos o bien abriendo las puertas de Lezama”.

“Todas las culturas basadas en las identidades locales necesitan herramientas de innovación, exportarse y contar al mundo poniendo en valor este relato local. La digitalización y la gestión del dato nos van a ayudar en este relato y a que nos descubran como una marca glocal”, afirma Elizegi sobre los planes de expansión del club.

El presidente del Athletic Club añade que los hinchas y fans del fútbol a nivel mundial buscan lo auténtico y las historias reales. En este sentido, la entidad rojiblanca tiene mucho que aportar. “Identidad, verdad y por supuesto mucho sentimiento. Intentamos aportar los dos conceptos, un club pasional y con sentimiento”.

San Mamés es una de las piezas angulares de su proyecto de crecimiento y expansión. Ha recibido numerosos premios por su enorme calidad arquitectónica y contiene todos los ingredientes para estar a la vanguardia tecnológica. Desde el estadio también se quiere lanzar ese mensaje al mundo. “Todos tenemos referencias, esa docena de estadios que queremos visitar algún día los que amamos el fútbol. Queremos que San Mamés sea esa referencia global y donde el hincha quiera ir”.

“Respetando a todos los rivales, queremos lanzar ese mensaje de leyenda, de que hace ya 120 años que entendemos así el fútbol, el deporte, y además en un estadio que aquí la afición, y muchos rivales, les gusta llamar ‘La Catedral’ por eso de saber estar, de saber entender al rival. Ese mensaje, utilizado a través de las herramientas digitales y de contenidos de calidad compartidos de manera ágil, esperamos que dé retornos sociales y por qué no también económicos”, añade.

Para proseguir con el crecimiento, los bilbaínos han reforzado su política de convenios llegando en la actualidad a sumar “más de 130 clubes convenidos con el Athletic Club en nuestro entorno más cercano”. La entidad tiene la convicción de basar su política en la formación de jugadores y crear espacios donde los jóvenes se sientan cómodos y puedan desarrollarse, porque esta formación local “ofrece la garantía de no depender tanto del mercado”. 

¿Superliga europea o seguir con el modelo actual?

El arraigo local del Athletic Club le ha llevado a ser el gran club que es hoy en día. De igual manera, Elizegi entiende que las ligas locales deben perdurar en el tiempo rechazando con elegancia la creación de una Superliga europea.   

“El fútbol europeo ha llegado a ser grande, y para mí es la referencia mundial precisamente porque hay grandes escudos en las competiciones locales. Hay entidades que entienden el buen hacer, la exigencia y el camino del deporte de calidad. Las aficiones han creado rivalidades e historias que nos han enamorado y convertido en aficionados de por vida de este deporte”, explica. “Romper el equilibrio, ese saber hacer y el conocimiento, puede ser peligroso. Hasta aquí hemos llegado a través de dos grandes herramientas: los mecanismos de solidaridad y los mecanismos de control económico”.

Cuestionado por la creación de la Superliga europea entiende que se pudiesen “crear dinámicas que creasen más recursos”, pero asimismo señala que “si esos recursos no se reinvierten en fútbol base, en formación, en que haya canteranos en el terreno de juego, en que los méritos deportivos y el sueño de un equipo pequeño le pueda convertir a veces en campeón, quizás estamos rompiendo un equilibrio que tiene más de un siglo de vida”.

En su opinión, hay que seguir el fútbol como lo conocemos hasta ahora para continuar prosperando porque “el producto actual es un gran producto”. “Los europeos tenemos la obligación de cuidar el fútbol como lo hemos creado y nos merecemos disfrutar de este deporte, pero con la exigencia y obligación de cuidarlo en este siglo XXI”.

“Solidaridad, control económico, equilibrio, medio plazo, formación local, cuidar nuestras aficiones y estadios y apostar por los canteranos patrimonializándoles en el terreno de juego”, señala finalizando las principales claves en el camino a seguir. “No rompamos las reglas que han hecho grandes escudos y clubes. Sigamos las reglas que permitan al que hace bien las cosas poder competir; eso sí le da riqueza a las ligas locales y a las europeas (Champions League y UEFA Europa League)”.