Fútbol Global

El 10 de marzo de 2020, la SD Eibar y la Real Sociedad se enfrentaron en un partido que resultó ser el último de LaLiga Santander durante tres meses, ya que la pandemia de coronavirus impuso el confinamiento en todo el mundo. Un año después, la crisis sanitaria sigue lastrando la economía mundial y las finanzas de numerosas entidades deportivas, pero los clubes de LaLIga, tal y como señalan algunos datos recientes, han sabido gestionar los efectos de este contratiempo de manera notable.

El impacto del COVID-19 en los clubes profesionales españoles no ha sido tan brusco como se esperaba, gracias al control económico, un sistema creado por LaLiga en 2013 para asegurar que se mantienen las prácticas financieras de los clubes de forma sostenible a largo plazo.

"Es importante comparar nuestra situación con la de otras ligas que han sufrido el impacto del virus tanto como nosotros", afirmó Javier Tebas, presidente de LaLiga. "Podemos observar que su descenso en los ingresos ha sido mayor, lo que no es casualidad, ya que nuestra posición se basa en las estrategias que seguimos. Los clubes han realizado un trabajo excelente y, de esta forma, han podido adaptarse".

Absorber el impacto del COVID-19

Según un estudio independiente de PricewaterhouseCoopers, que contemplaba los datos financieros de LaLiga de las últimas cinco temporadas, los ingresos agregados de los clubes de LaLiga podrían haber aumentado en un 8,2% y un 2% en las temporadas 2019/20 y 2020/21, respectivamente, de no haber sido por la pandemia y si las tendencias de los últimos años se hubiesen mantenido.

Durante las dos temporadas, esto habría supuesto unos ingresos de más de 10.400 millones de euros, pero los efectos de las circunstancias mundiales supusieron unos ingresos finales de alrededor de 8.400 millones de euros; es decir, una reducción en los ingresos de alrededor de 2.000 millones de euros. Con todo, la acción conjunta de LaLiga y de los clubes en la gestión de su economía ha asegurado que el impacto neto final sea de alrededor de la mitad de dicha cifra; es decir, poco más de 1.000 millones de euros.

“LaLiga ha soportado este impacto en sus distintas líneas de negocio mejor que otras industrias y mejor que otras ligas europeas”, afirmó José Guerra Álvarez, Director General Corporativo de LaLiga.

Gestión de los ingresos comerciales

El informe de PwC repasa las áreas de ingresos que han sufrido un mayor impacto. Como era de esperar, los ingresos de los días de partido son los que más afectados se habían visto. Dichos ingresos, dado que los estadios de LaLiga han permanecido cerrados durante el último año, han caído en un 72% durante la temporada actual. Los únicos ingresos se derivaban de las bonificaciones a los clubes que participaban en competiciones europeas.

En otras áreas, LaLiga ha minimizado al máximo las pérdidas gracias a una serie de medidas. Entre ellas, cabe destacar la creación de una serie de estrictos protocolos sanitarios que han permitido la vuelta segura a la competición.

Mientras tanto, LaLiga ha mantenido su colaboración con patrocinadores y emisoras en un escenario en el que se aseguraba que se cumplía con las necesidades de estos, lo que ha resultado en datos positivos. Por ejemplo, gracias a un aumento del 5% en los patrocinios a largo plazo, se ha podido compensar el descenso en ingresos comerciales derivados de la venta de material promocional y de las operaciones en los estadios.

Los ingresos derivados del medio audiovisual, que representan la mayor parte de los generados por los clubes, también se han visto protegidos al máximo. Las pérdidas asociadas que se han registrado no alcanzan el 5%. Esto resulta particularmente significativo cuando se compara el dato con el de otras competiciones europeas. Tal como explicó Guerra, las cifras sugieren que otras grandes ligas europeas han sufrido pérdidas de entre el 13% y el 30% en este tipo de ingresos.

“[Un descenso tan reducido de los ingresos derivados del medio audiovisual] confirma que la estrategia que hemos adoptado, que consiste en un trabajo conjunto con las emisoras y con todos nuestros proveedores, ha minimizado el impacto tanto como ha sido posible para LaLiga y, por lo tanto, para sus clubes”, mencionó.

Sobre las maneras en las que LaLiga y los clubes se han adaptado para apoyar a sus colaboradores comerciales, Guerra explicó: “Estamos generando nuevas plataformas y nuevo contenido para ellos, de manera que puedan mantener el contacto con los aficionados. Hasta cierto punto, pueden disminuir el impacto al que hacen frente”.

Además, los clubes han podido suavizar el impacto gracias a las ganancias en temporadas previas y al acceso a nueva financiación. LaLiga ha llegado a acuerdos con instituciones financieras que permitan un acceso simplificado a los préstamos, sobre todo para los clubes de LaLiga SmartBank. Esto permite a los clubes mantener el flujo de liquidez y mantener la inversión en infraestructura.

“Cabe destacar que el fútbol profesional español continúa estando respaldado por las instituciones financieras”, subrayó Guerra. “Tienen fe en el fútbol profesional de España”.

Reducir los costes con responsabilidad

Si bien estos esfuerzos permitieron evitar una caída demasiado drástica de las ganancias, como habría sucedido de no haberlos adoptado, aun así se requirió un esfuerzo adicional importante por parte de los clubes. Como erade esperar, el mayor desafío en términos de gasto es el que suponía el del pago a los jugadores, ya que había contratos estipulados, aunque hubiese una reducción en los ingresos.

En esta cuestión, los clubes de la competición han contado con el apoyo del control económico, gracias a que LaLiga revisa las finanzas de cada club y establece un límite en el coste de plantilla para la temporada. Al seguir estas medidas, que consideraban el impacto del covid-19, los clubes han podido ajustar sus planes de gasto antes de que se abriese el mercado de fichajes.

El impacto de esta medida se ve con claridad si analizamos el gasto de los dos últimos mercados de fichajes. En LaLiga, los clubes se gastaron 458 millones de euros en nuevos jugadores, un descenso del 67 % en comparación con el año anterior y una caída todavía mayor si la comparamos con otras ligas europeas.

Por otra parte, los clubes recibieron 496 millones de euros derivados del mercado de fichajes, lo que supuso una ganancia neta de 38 millones de euros. En comparación, las dos principales ligas inglesas mostraron unas pérdidas netas en el mercado de fichajes de 624 millones de euros, una tendencia que también se registró en Alemania, Italia y Francia.

"Si bien he leído que nuestro mercado era el más inactivo, esto supone un indicio positivo en tiempos de dificultades financieras en la industria del fútbol", dijo Tebas. "Nunca es buena idea realizar una inversión que no se puede pagar o que podría suponer una deuda muy importante. En ese sentido, los clubes han sido muy responsables".

Según el informe de PwC, los clubes también habían reducido los gastos de plantilla en 470 millones de euros durante las dos últimas temporadas, mediante la negociación de los salarios o el aplazamiento con algunos de los jugadores.

Motivos para el optimismo

Cuando Tebas asumió la presidencia de LaLiga en 2013, uno de sus principales objetivos era establecer nuevas medidas financieras para que los clubes españoles asegurasen que el gasto se mantenía bajo control y que no se generaba una deuda insostenible.

Tras reducir la deuda hasta un mínimo de récord durante estos últimos años, el control económico también está ahora mostrando su potencial, aunque el año pasado ya ha subrayado el rol fundamental de un sistema como este en el futuro de los clubes.

Ha sido importantísimo durante este último año, ya que las regulaciones de control económico de LaLiga aseguraron que los clubes afrontasen la crisis del coronavirus con fortaleza.

"Este desafío nos ha demostrado que LaLiga es muy solvente, que nuestras regulaciones de control económico funcionan y que los clubes han sido muy responsables en lo relacionado con las regulaciones y con su propia sostenibilidad", afirmó Tebas. "Por todo esto, creo que podemos mostrarnos optimistas sobre la salida de esta crisis económica a la que nos hemos enfrentado durante los últimos meses. Ya estamos empezando a ver la luz al final del túnel".