Fútbol Global

La protección y la generación de espacios seguros para la infancia es un aspecto fundamental para muchas instituciones deportivas. Si bien siempre la SD Eibar se ha mostrado como un club que promueve el respeto y la igualdad y comprometido con la sociedad en general, desde el 2005 desarrolla junto a la ONG eibarresa Egoaizia el proyecto que busca mejorar la calidad de vida de las personas en Perú. 

En Piura, ciudad ubicada en el noroeste de Perú, los niños y niñas en riesgo de exclusión social integran el proyecto que la fundación de la SD Eibar y Egoaizia llevan desarrollando desde 2005. La Escuela Deportiva Eibar-Piura acoge a estos jóvenes de las zonas urbanas marginales y de las zonas rurales de la región de Piura, como la zona de Pueblo Nuevo de Maray del distrito de Santa Catalina de Mossa, y desde este año también a niños y niñas del distrito de Pampas de Hospital de la región de Tumbes.  

“Mediante el fútbol, se prioriza la integración y transmisión de valores a los niños y niñas. Los valores humanos son la principal seña de identidad de la Escuela Deportiva Eibar-Piura, que son los mismos que comparte la SD Eibar Fundazioa. Los cuales definen cuando se relacionan con otras personas, inspiran su comportamiento en público y las decisiones que se toman, y forman parte del ADN de ambos, como equipo y como personas”, explica Elisa Mangado, Responsable de SD Eibar Fundazioa. “Estos valores son el respeto, el compromiso, la disciplina, la humildad, la solidaridad, y la honradez”.

En el proyecto deportivo que la SD Eibar Fundazioa desarrolla junto a Egoaizia en Perú, “se trabaja también con los padres, especialmente, en este contexto de pandemia mediante jornadas y charlas dirigidas a reforzar esa transmisión de valores en la escuela”. 

La SD Eibar Fundazioa canaliza los recursos económicos que aporta a través de la ONG Egoaizia. Más allá del apoyo económico, el club ofrece también material deportivo a los jóvenes de Piura que integran este proyecto. “Cada año enviamos equipaciones de la temporada anterior así como ropa de entrenamiento y botas”.

Participación en multitud de campeonatos deportivos
Tal y como señalan desde la fundación del conjunto armero, desde el año 2007 se participa en los torneos ‘Creciendo con el Fútbol’ desarrollados por la Federación Peruana de Fútbol a nivel nacional, con niños y niñas de entre 7 y 12 años (con los equipos Sub-8, Sub-10, Sub-12 masculinos y Sub-12 femenino, compitiendo en el Torneo Apertura desde abril hasta junio y en el Torneo Clausura de agosto a octubre).

Además, la escuela compite en el torneo Copa Federativa Regional para categorías Sub-14, Sub-16 y Sub-17, que es un torneo promovido por la FIFA donde se pretende descubrir a los nuevos talentos que posteriormente integraran los mejores equipos para aspirar a las diferentes categorías de la selección nacional. 

“Se participa también en el torneo de fútbol femenino con la Federación Departamental de Fútbol. Desde el 2016, ya se cuenta oficialmente con la Liga Distrital de Fútbol Femenino de Piura, la cual desarrolla sus competiciones durante junio y septiembre, continuando luego la etapa regional y finalizando con el torneo nacional. El ganador de este torneo nacional se clasifica para la Copa Libertadores Sudamericana de fútbol femenino”, comenta Elisa Mangado.

La Escuela Deportiva Eibar-Piura también está en el torneo de segunda división de Liga Distrital de fútbol de Piura. Este campeonato se disputa desde julio hasta noviembre y participan jóvenes de 14 a 18 años. Según Elisa, “en los últimos años este torneo ha permitido tener a jugadores que se encuentran participando en varios campeonatos con equipos a nivel nacional”. Además, la escuela no solo participa en competiciones de fútbol, sino que también es organizadora de torneos como el ‘Campeonato Inter Instituciones Educativas de fútbol femenino Sub-15’, que se celebra anualmente entre mayo y junio y participan Instituciones Educativas de la ciudades de Piura y Castilla.

“Nuestro objetivo con la Escuela de Piura es apoyar por un lado la labor de Egoaizia, con la que llevamos desde 2005 colaborando en este proyecto, así como también dotar de una oportunidad en el deporte a niños y niñas de la región de Piura en riesgo de exclusión social”, aclara la responsable de la SD Eibar Fundazioa. “La Fundación, dentro de sus líneas estratégicas, destaca el apoyo a iniciativas locales vinculadas al deporte, educación e infancia, así como la transmisión de valores a esos colectivos donde actúa”.

Una experiencia inolvidable para los cooperantes de este proyecto en Perú
Este proyecto deportivo, que pretende influir en las actitudes y comportamientos de las personas, a través de los valores que transmite, supone una experiencia muy reconfortante para los cooperantes.

José Echaniz es eibarrés, cursó los estudios en la escuela de Aldatze, y allí surgió el interés por el voluntariado. Después de unos años tomando parte en los diferentes proyectos, en 2018 decidió ir a Perú mediante un proyecto dirigido por Egoaizia. En la Escuela de Futbol Eibar-Piura estuvo conviviendo durante dos meses. “Durante esos meses todos los días estuve trabajando y allí pasé mis mejores momentos. Además, yo que fui futbolista, allí fue cuando realmente entendí los valores del futbol”, puntualiza Echaniz. “Como dijo un amigo que conocí en Perú: las pequeñas actuaciones son las que hacen cambiar el mundo”.

La experiencia de Alain Peña también se desarrolló en la ciudad norteña de Piura. “Mi compañera Eukene y yo hemos estado colaborando en un proyecto que se lleva a cabo mediante la Escuela Deportiva Eibar donde sobre todo se trabaja el desarrollo integral de los chicos y chicas de la región mediante el deporte como herramienta educativa”. En relación con este proyecto principal, también desarrollaron diferentes tareas como la oportunidad de acudir semanalmente a un colegio primario donde acompañaban al profesor de educación física en sus funciones.

Aunque en todas estas tareas hayan podido compartir conocimientos e impresiones, además de aportar su granito de arena, cuando finaliza la aventura y toca el momento de regresar a casa, creen que realmente “somos nosotros los que nos llevamos de vuelta la mochila cargada de experiencias y aprendizajes, cambiando nuestro modo de ver las cosas y sobre todo agradecidos por el trato recibido por todas aquellas personas que nos han acompañado en este camino”.

Para Alain “es difícil explicar con palabras” todo lo vivido durante ese tiempo, pero se muestra convencido de que “esta experiencia la recordaremos con mucho cariño para siempre”.