Fútbol Global

Desde que se introdujeron controles financieros en la competición hace seis años, LaLiga ha creado un sistema de crecimiento colectivo para todos los clubes, basado en una distribución más justa de los ingresos y centrado en la inversión sostenible.

Este enfoque ha logrado reducir la diferencia de ingresos entre los clubes más grandes y más pequeños, que era de 12 a 1 hace sólo unos años. Los nuevos datos publicados por LaLiga este mes muestran que esos días se han quedado muy atrás.

Tras publicar la asignación de los ingresos de retransmisión para la temporada 2018/19, la diferencia de ingresos en LaLiga Santander tiene ahora un ratio máximo de 3,5 a 1, lo que supone el nivel más bajo desde que LaLiga introdujo controles financieros.

Esto se ha logrado gracias a la centralización de los derechos audiovisuales de LaLiga en 2015 y a la creación del Real Decreto Ley 5/2015 (RD). LaLiga desempeñó un papel clave en su redacción y cuando se presentó a los clubes, consiguió su aprobación por parte de la mayoría. Esto ha permitido una serie de medidas clave que han transformado la forma en que se distribuyen los ingresos de retransmisión entre los clubes.

Reconocer el éxito en el campo y fuera del campo

Bajo estas medidas, los ingresos procedentes de todos los derechos de retransmisión nacionales y audiovisuales de LaLiga se repartirán de acuerdo con este reciente formato y también teniendo en cuenta la contribución a otras actividades que generan ingresos, reconociendo así los logros de los clubes tanto fuera como dentro del terreno de juego.

La mitad de los ingresos asignados a LaLiga Santander se distribuyen equitativamente entre los clubes. La otra mitad se asigna en función de dos factores clave: los resultados deportivos de las últimas 5 temporadas y la contribución a las actividades que generan ingresos. Este último apartado incluye la venta de entradas de la temporada, la asistencia al estadio y las audiencias televisivas registradas por los clubes en todo el mundo. 

En LaLiga SmartBank, el 70% de los ingresos asignados se distribuyen equitativamente entre los clubes y el otro 30% se divide según el rendimiento de la temporada anterior, así como las actividades que generan ingresos por parte de los clubes. 

José Guerra, director de operaciones corporativas de LaLiga, afirmó: “El tamaño del club no debe dictar los ingresos que recibe. Nuestro sistema ha ayudado a todos los clubes a ser recompensados adecuadamente por el papel que desempeñan en hacer que LaLiga sea una competición global vista por una audiencia de 3.000 millones de personas en todo el mundo. A medida que el modelo sigue evolucionando, esperamos que la diferencia entre los que más y menos ganan se reduzca aún más”.  

Pagos de compensación para apoyar el fútbol

Bajo los términos del RD, los clubes también están obligados a realizar inversiones que aporten un apoyo significativo a la estructura futbolística en España y contribuyan al crecimiento saludable del deporte en su conjunto.

De acuerdo con la ley, el 7% de los ingresos de retransmisión de cada club se paga como obligaciones. La mitad de este total se otorga como compensación a los clubes que descendieron de LaLiga Santander o LaLiga SmartBank. La otra mitad se divide entre LaLiga, la Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) para seguir desarrollando el fútbol a todos los niveles.

“Mientras los clubes están creciendo, entienden su papel en el apoyo al resto de la industria y estos pagos de obligaciones aseguran que nadie se quede atrás”, agregó Guerra.

Los clubes que descendieron al final de la temporada 2017/18 y, por lo tanto, tenían derecho a recibir compensación durante la temporada 2018/19 fueron que descendieron a LaLiga SmartBank, resaltados en la tabla anterior con un asterisco (*), y a continuación se enumeran los que descendieron a Segunda División B.

Garantizar el crecimiento futuro

Para apoyar aún más a los clubes a medida que experimentan este crecimiento, los controles financieros de LaLiga aseguran que el dinero que se recibe, provenga de ingresos audiovisuales o de otras iniciativas, se utilice con sensatez. Como parte de las medidas de LaLiga, todos los clubes acuerdan un límite de gastos cada temporada, estableciendo una cantidad que no se puede sobrepasar al realizar inversiones en jugadores, instalaciones o personal.

Como el departamento de control financiero de LaLiga supervisa el gasto del club para garantizar que no se produzca ese sobrecoste, se crea un círculo virtuoso. Cada año, los clubes generan ingresos adicionales que se pueden asignar a futuros proyectos de crecimiento, incluyendo la creación de ciudades deportivas, innovación de nuevas tecnologías o proyectos de internacionalización.

Con la distribución cada vez más equilibrada de los ingresos de retransmisión, todos los clubes pueden hacer este tipo de inversiones, con la seguridad de saber que serán sostenibles y asequibles.

Guerra concluyó: "Nuestro sistema de controles financieros es único en el fútbol y los clubes se benefician tanto a corto como a largo plazo. Estamos creando una competición equilibrada de forma más equitativa y con clubes financieramente saneados que también buscan crecer”.